lunes, julio 13, 2009

La capacidad afectiva

Muchas veces me pongo a pensar en la capacidad afectiva que tenemos, de donde la aprendemos, definitivamente la mayoría de los casos de nuestros padres (o de aquella persona que nos crió), si nuestros padres fueron un dechado de virtudes y creciste viendo una relación sana y mostrando siempre amor, cariño y respeto, no buscaras para ti menos que eso, encontrar una pareja que te ame y te demuestre su cariño abiertamente y de igual manera aun con tu temperamento o carácter, demostraras el cariño como aprendiste a hacerlo, ya sea con mimos, con risas, con besos o abrazos.

Sin embargo muchos de nosotros, por no decir estadísticamente casi el 90% venimos de hogares con amor disfuncional, un macho dominante y una madre amorosa o una mujer autoritaria y un padre cariñoso y puedo citar casos mucho mas tristes de abuso físico y verbal, a veces aprendemos a mendigar el amor y el cariño de nuestros padres, a veces somos hipocondríacos, porque así aprendimos a que nos demostraran el cariño, ya que cuando caíamos enfermos era el único momento en que recibías un buen trato, una muestra de afecto; crecemos con el patrón erróneo de que es normal amar así a medias, con reservas o condicionado o como aquel ser humano que fue abandonado por sus padres y se la pasa su vida adulta buscando la pareja perfecta, pero aun cuando tiene cierta tranquilidad y amor, decide desechar a la pareja antes de ser desechado el o ella, porque no saben amar, solo tienen dentro ese temor de que algún día los abandonaran y como protección deciden abandonar primero a la contraparte y evitar le rompan el corazón, o aquella persona que es normal amar a gritos y golpes, pues así le enseñaron a demostrar el amor y no se atreven a romper el círculo en el que se ven envueltos, repitiendo los mismos patrones destructivos que vieron.

He aprendido que no hay reglas en el juego de la vida, cada uno puede ir escribiendo sus propias reglas, así que yo he decidido amar y ser amada, aun no se exactamente todo lo que incluye o lo que no incluye el amar, aun no se ni la medida, ni el tiempo, ni las reglas, conforme la vida me lleva voy aprendiendo, pero hay algo que tengo muy claro, merezco amar y ser amada, nací con ese derecho y por lo tanto lo voy a hacer valer y mi siguiente generación aprenderá lo que es amar y ser amado.

Del libro "Divagaciones de una loca suicida", escrito, editado e impreso por Editorial Angel, muy pronto la pelicula... buscala en tu cartelera, jua, jua.

4 comentarios:

Àngello dijo...

pienso que la capacidad afectiva muchas veces se puede ver mermada por malas experiencias, pero afortunadamente, nuestros cerebros son tan complejos e ilogicos, que no se de donde diablos sale mas amor para compartirlo con el ser querido.

saludos

NN dijo...

Siempre existe la oportunidad para volver amar,

saluditos.

Ángel dijo...

Querido Angello, tiene usted razon hay gente que por una mala experiencia se envuelven en un caparazon y deciden no arriesgarse para no salir lastimados, pero sin amor no creo que la vida tenga mucho sentido. Menos mal que es una fuente inagotable, cuando hay amor en el corazon, emana tanto el amor que salpisca a todos lados :D Saludos.

Ángel dijo...

Comadre Nelly, siempre dicen que cuando un amor se va, otro llegara. Bello al final que siempre se puede volver a amar. :D Saludos.