Un paseo por Michoacan

Tengo una tía, era tía de mi padre que en paz descanse, así que es mi tía abuela, ella conoció a su esposo cuando el trabajaba en los ferrocarriles, la tía Candelaria nunca tuvo hijos y cuando enviudó siguió viviendo en su pueblo natal San Ángel Tzurumucapio en Michoacán, así es como conocimos ese pueblo, en nuestra infancia mi padre trabajo en Lázaro Cárdenas Michoacán construyendo la siderurgica Las Truchas, así que en ese tiempo nos la vivíamos cada fin de semana conociendo Michoacán y sus alrededores, visitando a la tía en San Angel, conociendo Acapulco, visitando Playa Azul, de día de campo al Río Balsas y no se que lugares mas, después de los temblores en Lázaro Cárdenas, mi madre decidió que no deseaba seguir viviendo ahí y nos regresamos a nuestra hermosa ciudad de Monterrey.

El tiempo dio paso a nuestra adolescencia y en cada oportunidad, por no decir cada fin de año viajábamos a Uruapan Michoacán y nos trasladabamos al pueblito de San Ángel a visitar a la tía Cande y así mi hermana Paty pasó las vacaciones de verano y regreso con ropa típica del lugar y un acento muy marcado al hablar y mil amigos de ese lugar, después mi hermana Nelda anduvo de novia con un joven de ese pueblo, pero terminaron y quedaron como amigos hoy en día, al tiempo yo también fui de visita y me lleve a dos amigas de la infancia y nos la pasamos padrisimo conociendo todos los lugares aledaños, Paracho, Lago de Patzcuaro, Uruapan, Janitzio, San Juan de los Conejos, Zirahuen, Tingambato y bueno también deje un corazoncito roto por aquellos rumbos, ya no recuerdo el nombre del joven, pero si recuerdo que cuando volví a los dos años ya se había casado el fin de semana anterior a mi llegada y cuando supo que estaba de visita con la tía fue y me saludo, de mi parte hacia el no hubo sentimiento alguno, solo sentirme halagada por sus atenciones, de su parte, solo había arrepentimiento, ya que le dijo a la tía que si hubiera sabido que iba a volver, no se hubiera casado (sentí gacho por la esposa, pero pues en el corazón no se manda y yo no le pude corresponder) asi es como ese pueblito nos gano el corazón, hubo otra época la cual no recordaba, cuando vivimos varios meses en un hotel de Uruapan, ya que mi padre estaba trabajando para otra compañía y por casi un año vivió solo, hasta que le comentaron que podía venir la familia a vivir con el, así vivimos en el hotel por muchos meses, mis hermanas Paty y Nelda ya estaban casadas, yo solo soporte mes y medio y me regrese a Monterrey, mi madre y mis hermanitas se quedaron pegadas como sanguijuelas a mi padre.

Hoy en día mi hermana Nelda me llamó y me comentó que fue al pueblo la semana pasada, la tala clandestina de árboles les ha ganado la batalla y los grandes bosques de pinos se ven ya disminuidos o mermados por semejante mal, el pueblo ha cambiado, pero ella lo visito hace 4 años y dice que no tanto a como ella lo conocía, tal vez yo que tengo mas de 10 años sin visitar el pueblo me daré cuenta de los cambios que una década hacen a un lugar, me pregunto si aun existirá el río donde las mujeres se bañaban desnudas, donde lavaban la ropa y los trastes, si aun existirá el camino empedrado, si aun los camiones tardaran cada dos horas en pasar, si aun las mujeres cosecharan su huerta e irán al mercado a vender, si los aguacatales seguirán igual de grandes, si aun seguirán tostando el café y llevándolo a moler, si aun seguirá sabiendo igual el churipo (caldo de res, carnero, gallina y chile ancho), no lo se, pero creo que tendré que averiguarlo.

Hoy mi hermana me platicó que cuando se enteraron hace dos años de la muerte de mi padre, muchísima gente del pueblo hizo un novenario, que la tía tuvo que hacer una mega comida porque era demasiada gente que fue a darle el pésame, había olvidado lo que mi padre había sembrado, ya que cuando trabajó en Uruapan, condiciono contratar a su gente y su gente era la del pueblo.

Otro viaje a la tierra de los recuerdos escondidos.