El buen vestir

El día de hoy tengo una queja para los diseñadores, si aquellos que están acostumbrados a diseñar ropa para los espantapájaros llamados modelos - si me corroe la envidia porque no soy flaca y mido escasamente 1.56 y que??? Dejara de ser mujer, me correo la envidia por lo mismo, porque quisiera medir mas y pesar menos – pero estaba escribiendo de mi queja contra los diseñadores y su gran olvido, después de mostrar sus creaciones con sus modelos, olvidan que al final quien compra la ropa somos las mujeres promedio, no todas entramos en la categoría de modelos, cantantes y actrices, las mujeres normales, normales que si con gorditos, normales que si con bubis, normales que si con pancita, normales que si altas, normales que si chaparritas, etc.

Hoy vi una blusa que hace tiempo no vestía y me dije “mira que combina bien con el traje sastre negro”, cuando intento ponérmela y quedo atrapada en ella como chorizo embutido, después de varios intentos no lograba salir de ella o entrar en ella, el caso era dejar de sentirme como gusano atrapado, recordé el porque no me la ponía hace tiempo y por supuesto le mente la madre al diseñador, para comenzar es ajustada en la cintura y no tiene zipper, cierre o botón alguno lateral, así que tienes que ponértela como si fuera camiseta o t-shirt pero el diseñador olvido que habemos mujeres que Dios nos doto generosamente de senos, porque las mujeres normales tenemos senos, grandes o pequeños, pero tenemos senos, no estamos tablas como las modelos flacuchas, no, así que no esperen que midamos 60, 60, 90, noooo, algunas aunque sea cuentan con 10 centímetros mas en el pecho y por lo tanto no podrán entrar primero por la parte diseñada para la cintura, así como existimos otras que medimos 95, 70, 95, después de pelear unos minutos con la blusa y sentirme como mujer con camisa de fuerza por fin logré ponérmela y como saben que pierdo fácilmente el control, tuve que hacer ejercicios de relajación y contar hasta 10, pero una vez que vestí mi blusa, me dije ni madres ya no me la quito hasta en la tarde, ya para entonces vuelvo a tener paciencia para pasar nuevamente por la tortura de sentirme gusano atrapado o andar vistiendo con camisa de fuerza.

Hoy me acorde de los diseñadores (as) y un día voy a pararme enfrente de un desfile y me voy a poner a discutir con ellos y los voy a llevar a las calles, a los bancos, a las oficinas, al supermercado, donde se encuentra la mujer real, la mujer de carne y hueso, esa que trabaja y que aunque no cuenta con un esposo baboso que le pague todos sus caprichos, cuenta con un trabajo el cual le permite de vez en cuando comprar una blusa de un diseñador que le gusta, he dicho.

Mientras tanto hoy es día de compras.. yuupi, ya vi un vestido ceñido, ceñido, que espero entrar en el, ja, ja. :D Feliz ombligo de semana