Como pasan los años

Hay algunas noches que se hicieron solo para disfrutar, después de un día de trabajo nada se compara al dulce placer de estar en casa, cerrar los ojos y escuchar a lo lejos el suave repiqueteo de la lluvia, a varios kilómetros sabes que existe el trafico de la ciudad, agradeces vivir en una zona tan alejada del bullicio de las calles, del sonido de los claxon, del interminable caos, abro la puerta para disfrutar la brisa de la noche, siempre me ha maravillado la lluvia, me gusta estar envuelta entre colchas, sentada en un sillón, tomando una taza de café, mis pies se tornan fríos sin embargo en cada trago de café siento como el calor va recorriendo todo mi cuerpo, es un placer tan sencillo, me gusta aspirar el aroma del café, esa fragancia que llena la habitación, sin embargo las cosas ya no son iguales que hace años, el día de hoy tendré que hacer otra confesión, de esas que avergüenzan, de esas que te desmoralizan, que cada vez que abres la caja de Pandora sale disparado y hace daño a tantas personas, con esas confesiones pierdes la estima de amigos y la simpatía de algunos otros, así es, les confieso que el día de hoy mi café ...es descafeinado e instantáneo ¡que bajo he caído!, mientras en un rincón la cafetera de expresso se ríe de mi..