Crónicas del comedor - cuento breve

Era diciembre el aire frío calaba hasta los huesos, al caminar del estacionamiento a la puerta del centro comercial había que caminar con prisa para evitar enfriarse, en brazos mi pequeña Alonda de un año y medio de edad, al ir caminando hacia la puerta principal del mall, note su presencia, no se que edad tendría, pero se veía en sus ojos la edad de la experiencia, sus cabellos canosos, sus arrugas y en sus huesudas manos un vaso de unicel, a un lado de ella una pequeña de la edad de mi nena, me entristeció enormemente y decidí que al salir le daría una moneda.

Entré al centro comercial a recoger los trajes los cuales me le habían realizado algunos arreglos, seguía pensando en la señora que había visto en la puerta del mall, busque en mis bolsillos y para mi sorpresa solo traía una moneda de $10 pesos, no era lo que deseaba darle, pero pensé que por lo menos algo ayudaría a esa buena mujer, así que le trato de explicar a mi nena para que ella entregue la moneda, así que al caminar la veo nuevamente, en uno de mis brazos mi nena con la moneda, y en mi otro brazo llevaba el portatrajes, me acerco y mi nena no reacciona, así que le quito la moneda y de cierta altura aviento la moneda, no con vuelo, simplemente deje que la moneda resbalara de mis dedos a su vaso con una altura no mayor de 10 cms. cual fue mi sorpresa cuando sentí un liquido caliente salpicaba mi mano y unas tiras de sopa caían al suelo, voltie a ver a la señora, la cual no articulo palabra alguna, solo alcanzo a lanzarme una mirada colérica y yo ya no pude decir nada, así que casi corriendo salgo disparado al auto, cuando llego no tuve mas remedio que atacarme de risa, quise contarle a mi esposa, pero ella había visto toda la escena… así es, había arruinado la sopa maruchan de la señora.

No se porque cuando deseo hacer un bien, termino regándola mas

Y asi siguio la tarde de anecdotas, como la de la compañera que confundio en un restaurant a una señora con una amiga y llega por la espalda y le da un golpe en la cabeza, la señora solo puso cara de what!!! y mi compañera apenada disculpandose

O como mi amiga Nelly que toda la vida escucho mencionar de boca de su esposo a Chapa, cuando conoce al Sr. Chapa e hijo les entrega una invitación rotulandola de esa manera, sin saber que su apellido era Martinez y si le decian Chapa era por "Chaparro".

Creo que anecdotas asi, nos hacen sonreir siempre.