Y esa gente rara que hay en el planeta

Sábado por la tarde, ya casi noche, todo el día he estado en cama, no tengo al peque conmigo, mi hermana cambio sus días de trabajo y se llevo a sus peques, estoy sola en casa, es extraño, porque casi nunca disfruto de ese silencio, el cual llene con música de Andrea Bocelli, Reyli, Pablo Milanes y no me acuerdo cuantos discos mas que por ahí andaban empolvados.

Sigo cansada, el sueño que no me deja, sin embargo es hoy o nunca, mi cabello necesita arreglo y por mas enferma (antes muerta que sencilla) y así sin mas me voy a casi dormirme en una silla, mientras mi mente se llenaba de basura del espectáculo, jamás he entendido el porque ese afán de tener revistas de TV y Novelas en las estéticas, no vi buzón de sugerencias, pero a la siguiente me llevo un libro. Termino el proceso de rejuvenecimiento y belleza, cuando llego a casa, escucho la música con la vecina y afuera reunidos mis tres vecinos - el de la casa de la derecha, el de la casa de la izquierda y el del frente, entro a casa le mando un mensaje a mi hermana y me confirma que pase por ella a casa de mi otra hermana. Al salir, encuentro la siguiente escena:

En mi precioso árbol framboyán lleno de hielos - donde estaban tomando me imagino que terminaron la cerveza y vaciaron la hielera, así de sencillo derramaron los hielos en mi árbol, no en la casa que estaban, no en la otra casa, nooooo tenia que ser en mi casa y salgo y veo - lo primero que pensé mi árbol se secara si el hielo o el frío le llega a las raíces y me molesté y como tengo un hermoso carácter, empecé a echar madres "#$%ingados, mi árbol" y han visto como el personaje del chavo del 8 empieza a patear, igualita me veía con las sandalias pateando el hielo para quitarlo de mi árbol, después de mi árbol hay una planta de sábila que mi vecina planto en mi terreno, nunca la hice de tos (nunca le dije nada, porque ni fu, ni fa con la planta) pero les juro que me dio un arranque de enojo de los cuales últimamente me han dado mucho (vamos a culpar a la enfermedad, ji, ji) y por poco me quería desquitar con la dichosa planta, no voltie a ningún lado, simplemente seguí pateando el hielo fuera del ruedo de mi árbol hasta que lo quite casi totalmente, no quise hacerlo con mis hermosas manos, porque terminaría llena de lodo, cuando entro a mi auto veo que el papá de mi vecino estaba con cara de asustado viéndome. Chin como no fue su hijo para ver si se disculpaba o me lo madreaba por ser tan poco considerado.

Y siempre he pensado… el respeto al derecho ajeno, es la paz