martes, diciembre 23, 2008

Aun hay Ángeles, aunque a veces no los vemos

Amanece, el frío es menos que el día anterior, preparo todo para salir a tiempo a mi lugar de trabajo, sin embargo no se el plan de Dios, solo pienso en él para agradecer que estoy viva, mis males ya son menos, estoy mejor que el fin de semana, por fin el dolor de cabeza se ha ido, mi estomago aun sigue resentido, pero ya como no iba a enojarse después de todo lo que he comido, pero ya lo estoy cuidando mejor, pues aun nos faltan mañana los tamales con el favor de Dios, ja, ja.

Estoy en una película típica de años maravillosos, todo color de rosa, todo hermoso, pero de pronto trac, trac, trac, me temo lo peor, no puede ser, no puede ser, noooooooo, me orillo a la orilla, ja, y asi es lo que me temia …… una llanta ponchada me hace detener la nube azul, no hay mas y como venia con la música a todo volumen, pues bien que la rodé y la revente – no se aceptan comentarios sobre que manejo como loca, ese es un hecho ya aceptado y comprobado, ok, desde ahorita se los advierto- para acabarla de amolar la llanta de refacción con un clavo y ya muy fregada, como siempre sucede la transformación de Ángel a mujer histérica, al punto del llanto Porqueeeeeeeeeeeeeeeeee, porqueeeeeeeeeee a mi, pienso en salir corriendo en busca de galletas marías para cortarme las venas, me trato de controlar yo sola, me doy dos cachetadas para reaccionar, Ángel compórtate, no pasa nada me digo a mi misma, nada se soluciona con ponerse histérica o de mal humor, snif salgo del auto un poco despeinada - claro despues de las dos cachetadas - y busco el teléfono de ayuda vial, - ahh pero no contaban con la ayuda y no era el chapulin colorado - pero como siempre hay Ángeles por doquier y un taxista muy amable me ayuda a cambiar la llanta – bueno la cambia el, porque así como que me ayudo, yo ni las manitas metí, no vaya a ser que se me ensuciara mi manicura francés – vamos a la vulcanizadora y el diagnostico fue el mas fatidico, el mas cruel, si lo que me temía no va aguantar mucho, hay que comprar una llanta nueva a la primera oportunidad.

El resultado de la travesía del día de hoy, contando las bendiciones, agradezco enormemente a este amable señor a quien despedí con una propina y una bendición, el se disculpaba diciendo que cualquiera lo hubiera hecho mas viendo a una mujer en esa situación, sin embargo para mi que siempre aprecio todas las bondades de la gente, me parece un hecho maravilloso que aun exista gente que se preocupe por sus semejantes, así que Dios cuida a ese señor en su trabajo, pues siendo taxista hay que tener mucho cuidado,

Bueno aquí estoy, no ando a pie, pues en carro nací, ja, ja, le hable a mi cuñado y como la nube gris no se lo lleva al trabajo, me la prestó y en un rato mas me arranco a comprar dos llantas para mi nubecita azul, les puedo decir como siempre lo grande que es Dios, pues si no lo saben ni dinero traía, aun así siempre digo Dios proveerá y hoy me avisan que me depositaron un dinerito extra que no contaba con el hasta Enero, díganme si Dios no piensa siempre en mi y me cuida donde quiera que voy. Enviandoles como siempre un beso desde el cielo y un fuerte abrazo aquí en la tierra.

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