miércoles, diciembre 17, 2008

Ojitos bonitos


En el verano de 1977 había una peque de cabello largo y hermosos ojos, muy alegre y muy sonriente como todos los peques de su edad, pues 6 años había cumplido, en ese tiempo sus padres estaban sumidos en un gran dolor y ella tenia la libertad de salir hasta altas horas de la noche, pues solo al momento de cenar se le llamaba, quería ser como los grandes de la cuadra, así que siempre los buscaba estuvieran donde estuvieran, un día llego un hombre, les contaba cuentos a todos los niños, el Tío Luís le llamaban, cuando vio a la pequeña sola y sentada en la orilla de la banqueta, le pregunto como se llamaba, la peque le respondió, sin embargo el le dijo tu nombre es ojitos bonitos, porque tienes unos ojos preciosos.

Cuando se iba la luz, era momento de alegría para todos los niños ya que jugaban a las escondidas, para ojitos bonitos no fue la excepción, ella brincaba de gusto pues era la mejor para encontrar escondites, le gustaba sentir la emoción y el latido de su corazón, al estar con la expectativa de que la fueran a encontrar, correr a toda prisa y tocar el poste que habían señalado como señal de salvación y gritar a todo pulmón: una, dos, tres por mi y por todos mis amigos y terminar el juego, esa noche se escondió en un terreno baldío que se encontraba al lado de la casa del Tío Luís y de ahí salió temblando de frío, adolorida de su cuerpecito, llego corriendo a casa, sin embargo su madre sumida en dolor estaba, pues su hijo adorado había perdido, al verla llena de tierra le grito y la mando a bañar, la pequeña se durmió sollozando, no comprendía lo que había pasado, no sabia porque le habían hecho daño, su madre siempre decía, cosas malas, les pasa a la gente mala, entonces pensó que por eso le había pasado, algo malo había hecho, al día siguiente se dio cuenta que un broche de su arete había perdido- conoces las coquetas de las nenas, que se abrochan con una pequeña bolita- esa diminuta bolita la había perdido y para que el arete no se cayera un pétalo de rosa doblo y se lo puso tras la oreja, tenia tanto miedo, pues su madre era muy estricta, le temía mas a su madre que a lo que le había pasado en su corta vida, cuando la madre le desenredo su largo cabello se dio cuenta de la falta de ese broche y un golpe le dio, la envió afuera a la calle a buscarlo, sollozando siguió buscando por todos los rincones, pero era mas facil encontrar la aguja en el pajar, regreso a casa llorando, sin embargo no encontró consuelo, pues otro golpe le fue dado, siguió llorando, hasta que ya no hubo mas lagrimas que derramar, su padre llego a casa después del trabajo y en el mismo dolor de la madre estaba escudado, ese día ojitos bonitos perdió el corazón, pues no sabia en quien confiar, no sabia a quien recurrir, ese día ojitos bonitos dejo de hablar, se convirtió en una sombra, trataba de pasar desapercibida, supe que en una ocasión por tres días seguidos comió veneno para ratas, se supone que las ratas a los tres días morían, sin embargo a ella no le paso nada ni un dolor de estomago le aconteció, aunque había comido un vaso completo cada día, consideró que esa era una señal, no conocía a Dios, pero creía que alguien la podía proteger de tanto dolor y ese alguien tenía que ser una fuerza muy grande.

A los pocos meses el tío Luís murió, los niños de la cuadra lloraban por su partida, ojitos bonitos no lloraba, pues no había nada que le dañara o le doliera, pues ya nada le importaba.

El tiempo paso y ojitos bonitos fue la mejor en la escuela, devoraba cuanto libro encontraba, escuchaba las palabras de sus maestros y tomaba lo mejor que encontraba, siempre fue la mas aplicada en casa, la ponían como ejemplo en todas partes, las primas a veces la odiaban pues eran objeto de comparación, porque no pueden ser como ojitos bonitos, tan buena estudiante, ni novio tiene, siempre atenta a su madre, las vecinas le buscaban algun defecto, pues no creian que fuera buena y siempre le buscaban algun detalle, su madre quería hacer un buen negocio con ella, ojitos bonitos salia con un ingeniero, y su madre ya escuchaba campanas de iglesia, ojitos bonitos no quería casarse, pues en nadie confiaba, sin embargo un hijo deseaba, a sus 26 decidió casarse y se rebelo contra su madre pues para la madre nadie era perfecto y conoció a alguien que le daba fuerza y aunque temblaba lograba enfrentarse a la madre y ella pensaba que el la podía proteger, quería confiar en el, sin embargo a los pocos meses la defraudo y no supo como actuar, pensaba que de estar sola toda la vida a tener a alguien como amigo cerca de ella era mejor que nada, pues no se creía merecedora de nada en esta vida y siguió fingiendo que todo estaba bien, aparte supe que era muy orgullosa y no le podría dar el gusto a su madre de darle la razón de que se había equivocado.

Hace 6 meses me entere que falleció, iba a cumplir 38 años, ojitos bonitos iba por la carretera y contra el barandal de contención se estrelló, no creo que fuera un accidente, pues a pesar que se le viera bien, sus ojos siempre estaban tristes, nunca supe que sonriera de corazón, nunca supe que pronunciara palabras de amor, hablaba con dulzura eso si, las únicas veces que la vi feliz fue cuando se le veía junto a su pequeñito, de ahí en mas nunca la vi sonreír, era bromista, pero sus sonrisas no llegaban hasta sus ojos, era buena amiga, era buena madre, era buena esposa, era buena hermana, era buena hija, pero no era un buen ser humano, de eso estoy segura.

Hoy te mando una oración, ojitos bonitos espero y en el cielo puedas ser feliz, no te preocupes pequeñita, no hay nadie mas que te haga daño, recuerdas esa promesa hace unos meses cuando dijiste que nadie mas te volvería a dañar, nadie lo hará pequeñita, ya nadie puede hacerte sangrar. Te mando un besito, que Dios te cuide mucho corazoncito, que ahora ya eres feliz en el cielo con los angelitos.

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