Amigos

En tu vida, existen amigos, algunos de tantos años, otros que ves diariamente, o algunos que recuerdas con cariño aunque ya no sepas mas de ellos, o aquellos que dejas de ver por un tiempo, pero vuelven a ti y es hermoso el encuentro, este viernes volví a encontrar a uno de esos amigos que se pierden entre el tiempo y el infinito mundo, te doy las gracias por tus regaños, por tus consejos, por tus confidencias, por tus oídos de acero al escuchar tanto parloteo, a tu paciencia de santo por escuchar tres horas de interminables quejas, gracias por compartir un poco de tu experiencia para que yo crezca como ser humano, gracias por no reírte de mi inocencia, gracias por contestar abiertamente mis preguntas, gracias por hablarme del mundo que me llama la atención y que no estoy lista para aventurarme en el, sin embargo tus consejos son invaluables, se que volverás a la ciudad y volveré a verte, tal vez en seis meses o un año, sin embargo aun así se que cuento contigo si un sabio consejo necesito de tu parte, tal vez al despedirme solo habrás pensado, con tu típica forma de expresarte “vieja loca”, sin embargo al recibir al día siguiente tu mensaje y preguntarme como amanecí, cuando ya salías de la ciudad, ese gesto significo tanto para mi, como aquel abrazo al recibirme cuando salimos a comer. Te doy las gracias de todo corazón y sabiamente me dijeron “no importa que pierdas amigos en este cambio que decidiste en tu vida, nuevos amigos llegarán” y testifico es verdad.

Y ese viernes al regresar a casa, con la música a todo volumen, con la sonrisa en mis labios y sintiéndome de maravilla, reafirmando un poco la confianza en mi misma, me siento bien con el ser humano que soy y la libertad que tengo en la vida, los sueños que en mi futuro están y la tranquilidad de tomar de la vida lo mejor, he decidido vivir día a día, un paso cada vez, reafirmar que tengo el control de mi vida, que puedo tomar mis propias decisiones, es hermoso sentir la sangre correr en tus venas y tener un fin de semana de aquellos de antaño, donde no necesitabas mucho para ser feliz, solo tu propia fe y convicción que todo lo puedes lograr.