lunes, octubre 13, 2008

Una historia más de la vida real...

En Nuevo León, es normal que en algunos municipios existan retenes antialcohólicos, siempre hay gente que apoya este tipo de medidas y otros que por supuesto están en contra de ellos, no se que tantas vidas habrán logrado salvar y que tantos sobornos habrán recibido, pero creo que mientras le gente no tome conciencia de tener un conductor designado y pasártela bien, pero con responsabilidad, seguirá siempre existiendo este tipo de medidas y seguirá la controversia.

Andando en Apodaca, de camino a Santa Rosa, existen varios retenes y a sabiendas de que no podría volver a probar de aquello que saboreaba en ese momento, Gloria decide empinar el vaso de unicel casi hasta el fondo, Mina ve incrédula lo que su amiga hace, la parte conciente le dice que debió evitarlo, debió decirle a Gloria que no lo hiciera, pero se quedó callada, el oficial alcanza a ver la maniobra y al aminorar ellas la marcha, les pide que orillen el vehículo, Gloria obedece, no emite ningún sonido, el oficial le pide que le sople para verificar si no tiene aliento alcohólico, Gloria meneando la cabeza se niega hacerlo, el oficial con tono mas enérgico, le explica que si no obedece la detendrá, Gloria sigue negando y apretando los labios, Mina observa a su amiga y ve su boca llena y el intento desesperado de tragar lo que tiene en su boca, el oficial sigue insistiendo y ella negándose, por unos segundos la tensión es cada vez mas fuerte, Mina se visualiza siendo detenida, el oficial ya molesto vuelve a pedirle a Gloria que sople y por fin ella recupera la cordura y finalmente cede.

El resultado de la prueba antialcohólica… el elote desgranado sale volando hacia la mica y la cara del oficial, Mina y demás amigas se doblan de la risa, el oficial con una gran paciencia les pide que se retiren.


………
Moraleja si comen elote desgranado, no traten de trágalo en un solo bocado y mucho menos cuando se acerquen a los retenes de la antialcohólica.

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