Chelo estaba triste había perdido sus anillos, su argolla de boda y su anillo de compromiso, con la tendencia a juzgar, ya tenia en el banquillo, algunos acusados a cuales acabar con su fundillo.
Quince días después, cual fue su sorpresa, cuando al servir un plato de frijoles, su marido le cuestiona -¿y tus anillos?
- Calla que ya no los encuentro – contesta Chelo
Y levantando la cuchara su marido le muestra el tesoro encontrado en tan rico platillo.
Ja, ja.. cabe mencionar que Chelo al enjuagar, los anillos perdió, los puso a cocer y como banquete real, los frijoles decoro como un manjar con anillo de oro y piedras de cristal.
De dichos, hechos y derechos desechos
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Siempre de los siempres siempres que me recetan un nuevo medicamento
investigo de que va para saber que le meto a mi cuerpo y tener presentes
las consecue...
Hace 2 semanas.
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