jueves, octubre 16, 2008

Una familia perfecta

Una familia como tantas, en un lugar como tantos, en un mundo como el nuestro.

- Tengo ganas de comer comida japonesa? Como ves amor? – dice la madre
- Mmmm ok, pero no traigo dinero? – contesta el ogro
- Yo traigo, yo te invito. la madre le pregunta al niño, quieres ir a la sopita?
- Si mami, si quiero ir.
Minutos mas tarde la madre y el niño listos bañados, arreglados y perfumados, el ogro aun no esta listo
- Amor, ya estamos listos, te estamos esperando
- YA VOY - grita el ogro
La madre, se recrimina, recuerda que al ogro no le gusta que lo apures, no lo olvides quédate callada y se paciente, no lo hagas enojar.
Minutos mas tarde preparándose en el auto
- Niño siéntate en tu silla para abrocharte el cinturón – dice La madre
- No mami – contesta el niño con tono divertido
- Niño, obedece, ya nos vamos – dice La madre con mas autoridad
- No mami – contesta el niño brincando de un lado a otro en el asiento trasero.
- YAAAAAAAAAAA, HAZ CASO, TE DIJERON QUE TE SENTARAS, HAZ CASO – grita el ogro
El niño empieza a sollozar, sus lágrimas caen, a la madre se le nublan los ojos, no le gusta ver llorar a su pequeño, no le gusta que el ogro grite, no le guste que lastimen a su niño.
La madre le hace una seña al niño para que ya no llore y se quede calladito, levanta el dedo y lo pone en sus labios y le murmura, shhh ya no llores amor, ya no llores
- YAAAA, YA NO ESTES LLORANDO, HAZ CASO – grita el ogro – NO TE HE PEGADO PARA QUE ESTES LLORANDO, SI SIGUES ASI YA NO VAMOS A NINGUNA PARTE
La madre va a su asiento y mientras se abrocha el cinturón le comenta al ogro
- No le grites, estaba jugando, es solo un niño
- YAAAA, VAS A EMPEZAR, TU TAMBIEN VAS A EMPEZAR, SI TE VAS A PONER ASI, YA NO VAMOS A NINGUNA PARTE – grita el ogro
La madre se queda callada, se limpia una lágrima y ve hacia fuera y piensa “ya no quiero estar aquí, ya no quiero estar aquí” La madre piensa “puedo empezar en otra parte, me puedo ir a otra ciudad, a otro país y no me encontrará el ogro”. Y el niño? La madre ya no piensa en el niño, solo piensa como se sentirá pisar el acelerador y caer al vacío, que tan roja será su sangre cuando el filo de la navaja corte sus venas o como se sentirá dormir y ya no despertar.

Minutos más tarde en el restaurante, un día domingo como cualquier otro se ve una hermosa familia comiendo comida japonesa.

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